lunes, noviembre 06, 2006

A Tí: Una Historia Triste
Fue el cumpleaños de uno de mis progenitores, la mujer de las historias tristes, mi madre,porque su propia vida es el guión de una novela psicológica de notas amargas y de una extraña forma de ver la vida, exagerando cada detalle de las consecuencias, de las decisiones tomadas por la conciencia. Es un historia de impotencia, lágrimas, alegrías fugazes, recuerdos felices y de un presente triste; trata de una mujer que tuvo un pasado lleno de luces, flores, panoramas de campos amarillos y de días soleados jugando al borde de los ríos, casada un día con un foráneo, alejada de sus lindos valles verdes a ciudades que olían a mar, despertando cada día, con el canto de las gaviotas que reemplazaban a sus alegres mañanas con el canto de los gorriones de su pequeño pueblo.
Y salió de la ciudad con un futuro provisorio, feliz; ella era la esposa fiel, menos amiga y mas amante, menos moderna más hogareña, la belleza se perdió con el tiempo, entre la brisa del mar y la conducta machista de su compañero.
Él se fue un día a trabajar lejos y la dejo, sola con dos hijas a vivir bajo un techo sin luz, en un lugar que no conocía y al que lucho para mantenerlo, había ya mudado muchas casa y está era la peor, pero en ella resistió, soporto el llanto, el dolor, el frío, e hizo de un lugar oscuro un lugar donde sus hijas podían estar felices, compraron mas cosas, pero eran menos de lo que él podía dar, pues su corazón no era sólo de mi madre, sino también de otra mujer.
Y con ese corazón compartido supo dar cariño a sus hijas y a su mujer, pero cada día que pasaba su corazón se alejo y alejo, hasta que olvido que existía ese sitio, un día murió, nose yo cuando, sólo sé que murió, y trajo el descuido a la mujer que le había dado sus dos hijas. Ella en tanto seguía siendo tan fiel como es la laguna a la luna, esperando su reflejo, y a la vez tan ciega como una ninfa de la naturaleza atada los ojos, con emperdibles, en una tala de cedros.
Y pasaron los años, y con su lejanía se acercaron las marcas en la piel, y el cabello descuidado, pronto así de la nada, sintió que algo en ella empezo a crecer, sabía lo que era, era lo mismo que sintio dos veces, y este era...si era.
Se mudaron nuevamente, y vivieron aquí por muchos años, ella, siempre fiel desde el inicio hasta el final, viendola yo paraba todos los días sufriendo por tener todo listo, todo en la casa limpio, todo para él, para el hombre exigente, perfeccionista y nunca conforme con el cuidado dado a su hogar.
Y una tarde de abril ella lo supo; y lo vio siempre, pero no lo supo, no sabía que era eso, de pronto su gigante de oro, se hizo añicos, su gran columna de marmól se desplomo y con ello todo el peso de la pena, la estrello contra el duro suelo de la verdad.
Y desde entonces se reprime, llora y se desespera, desde entonces su boca no forma sonrisa alguna, sólo algunas veces ríe, cuando yo, aunque aguantando las lágrimas por las cosas que me pasan, por como la veo, por como veo a mi familia, simulo y hago mis boberías, mis boberías que la hacen reír, y ríe y yo mas me apeno cada día, porque sé que no estaré siempre a su lado.
Sonríe por encanto y formalismo, llora por la traición y la mentira. Y pasa sus días lamentandose del pasado; ahora, acabada, con el peso de las enfermedades dadas naturalmente a su edad, hace las cosas a veces sin pensar, porque sus pensamientos habitan en otro lado, habitan en el salón de las memorias, cargando con ellas y pensando siempre, el porque de todo, el porque me dijo aquello, el porque me dijo el otro, y ahora lo entiende, y maldice el día en que se dejaba callar, el día en que se creía buena para nada, porque su paeja hacia la hacia sentir así, creyendo que no estaba dando todo de sí.
Y es ella una especie de expresión, una forma de mensaje que me da la vida, no puedes retroceder, lo que hiciste un día no se borra, si lo hiciste mal ayer nunca lo podrás reparar, y que hay cosas que, ni siquiera con un "lo siento" se puede arreglar, porque en esta vida, sinceramente, no todo tiene solución.
Y la veo y me siento impotente, y mas impotente deberá sentirse ella. No lo culpo a él, ni a ella, ni a la otra; es así, la vida es misteriosa e irónica, un día mi madre morirá, y morirá triste porque en su vida nunca hizo otra cosa mas que servirlo, vivió 20 años de libertad e inocencia, vivió 40 años de servicio, fiel servicio....pero tan mal pagado. Siente que su vida no tiene sentido, lo que hizo nunca sirvió,por lo que lucho era una cosa efímera, nunca lo verá concretizado porque existió el cimiento, nunca se sentará junto a su pareja fiel y suspiraba mirando el ocaso, pensando ser la mujer mas feliz del mundo.
Ahora con el camino avanzado, y con los años desgarrandole la piel, se sienta, sola en su mueble, y se pone a tejer mientras su mirada se pierde en el piso, recordando sus campos amarillos, su verde valle, unos pajarillos cantando bonito en un arbolito; mientras ella, apoyada sus brazos en la orilla de la ventana sin tarrajear les sonríe, el viento empuja el cabello hacia su cara, su cara limpia y tersa, blanca de color leche. Mira al sol, ve el cielo azul y espera un día que alguien venga; su príncipe azul sí dice ella en voz alta;y le de una familia feliz, unos hijos, una casita grande y preciosa, y sueña, ella sueña viviendo feliz junto a su compañero, su eterno compañero.
Cierra sus ojos y deja de ver el suelo, se seca la lágrimas y vuelve a sus tejidos mientras cruza sus piernas y cuenta los puntos de su chompa, alfiler por aquí, alfiler por allá, sonríe, habla sola, mueve sus lentes y suspira, mientras la tarde pasa, lenta y agonizante... pasa.

En memoria de tí, memoria de la desdicha de una felicidad sin eternidad

Epílogo: no pude resistir llorar cuando termine de leer lo que escribí, y aunque, niege que no me interesa, siento que es algo que cargare los días de mi vida, porque ví los platos rotos en el suelo, ví la comida volar, vi la furia de mi madre cargada y aguantada por años reventar; ví la desesperación en sus ojos, ví como todo lo que uno puede planificar en la vida, se desploma sin ninguna puerta de salida al costado, es así, así suelen ser las cosas.