Carente de imaginación por muchos días.
Mente paupérrima de lubricaciones intelectuales, narrativas y esporádicas, lo único que corre de consistencia lúbrica está en mis testes con ganas de dispararse eyectadas hacia algún rostro femenino jadeante, gimiendo y brillosa toda ella por tanta silicona.
Es que soy un enfermo lo tengo que aceptar. Carajo, no puedo seguir así el mundo se da cuenta, me ven, se fijan qu ando solo, que soy un pajero de los mil demonios, un onanista con postgrado de cyberpornosádiconauta en la Gran Universidad de Las Palmas.
Pero caray!, hubo un tiempo en que jodía hasta el hartazgo, que buenas épocas; épocas....
Suena tan de antaño....."épocas"....
Y es que es lo único bueno del pasado, una patética relación, algo bello de vista e insípido de gusto. Un guión teatral de género drama en un teatro de presentaciones cómicas.