martes, abril 24, 2007

Mi vida es un campo de batalla con millones de cadaveres.

Cientos de cadaveres con nombre esperanza, se esparcen por el pavimento de tierra oscura y salitrosa.

La bandera de los vencidos carga destrozada y razgada de la estaca de un lanzero cruzificado. Segundos. Enemigos mortales de los sueños.

Quién soy?; la pregunta que carga con miles de heridos corriendo alborotados con la única fe que entre los campos vorazes de fuego y gritos de dolor un héroe nazca; un héroe que cargue a todos los segundos y junto con la vida misma salga adelante. Una esperanza tangible.

No sé cuantos habrán de morir por la causa.